La dosificación adecuada de nutrientes para satisfacer las necesidades del cultivo de arándanos sin saturar el suelo de sales es fundamental. Por ello, es importante distribuir la fertilización a lo largo del tiempo para minimizar la salinidad inducida por la fertilización, aprovechando cada ocasión de riego para fertirrigar.

Además, una vez decidida la estrategia de fertirrigación, el control de la aplicación es clave para asegurar que la fórmula prevista se traslade fielmente a la solución del riego.

Desde ITC recomendamos equipos de fertirrigación como el CONTROLLER 3000, que permite una dosificación proporcional al caudal instantáneo y un control preciso de la conductividad eléctrica (EC), garantizando la concentración exacta de nutrientes.

Otra recomendación es evitar la aplicación de fertilizantes sólidos debido a la alta sensibilidad de los arándanos a la salinidad. El cultivo de arándanos tiene una preferencia por suelos ácidos, en los que necesita un pH óptimo en torno a 5.5.

El CONTROLLER 3000 puede complementarse con equipos de fertirriego de ITC como Dostec-AC para fertilizantes y Dositec para el control del pH. En ITC adaptamos la tecnología a las necesidades específicas del cultivo de arándanos para optimizar su productividad.