Fertilización

Ahorrar fertilizantes y aumentar la producción con ITC. ¡Descubre la tecnología más avanzada! 


La población mundial aumenta día a día y, de forma inevitable, lo hace también la demanda de alimentos. Con el objetivo de mejorar el rendimiento de las cosechas, el sector agrícola se apoya en los productos agroquímicos, como los fertilizantes. Por lo tanto, cada vez es más importante contar con una fertilización eficiente, es decir, poder aportar los nutrientes que la planta necesita para que sea plenamente productiva en cantidad y en calidad.

Para poder lograr una buena fertilización, los fertilizantes se deben aplicar en función de las necesidades reales de la planta, en la dosis adecuada, en el momento oportuno y de la forma más efectiva.

Por lo tanto, cada vez resulta más esencial tener una tierra fértil, que dote a las plantas de todos los nutrientes que necesitan para un correcto crecimiento y reproducción. Aquí es donde entran en juego los abonos y fertilizantes, tan indispensables para la salud de las plantas como lo son el agua o la luz solar.

¿Qué son los fertilizantes agrícolas?

Los fertilizantes proveen a las cosechas de los nutrientes que necesitan, sobre todo los tres elementos químicos para las plantas (fertilizante NPK: nitrógeno, fósforo y potasio). Mediante su uso, evitamos las deficiencias de nutrientes en las plantas a la vez que mejoramos su salud y, por lo tanto, aumentamos la cantidad y calidad de los alimentos.

Además, estos agroquímicos mejoran la fertilidad de los suelos y contribuyen al desarrollo de plantas más fuertes y sanas.

Tipos de fertilizantes

Existen distintos tipos de fertilizantes agrícolas, cada uno de ellos con sus propias ventajas e inconvenientes.

  • Fertilizantes orgánicos: conocidos como abonos, son de origen animal o vegetal. Su uso mejora el estado del suelo y favorece la retención de agua y nutrientes, no obstante, sus nutrientes son menos solubles y la planta tarda más en absorberlos. Hablamos del estiércol, compost o abonos verdes.
  • Fertilizantes químicos: se obtienen resultados de forma muy rápida y visible ya que mejoran el estado de salud de las plantas y aumentan la producción de las cosechas, siempre que se utilicen de forma eficaz.
  • Biofertilizantes: fertilizantes para plantas que contienen microorganismos vivos. De la misma forma que los fertilizantes orgánicos, se utilizan en la agricultura ecológica al ser muy respetuosos con el medioambiente.
  • Bioestimulantes: también incluyen microorganismos, sin embargo, se diferencian con los biofertilizantes porque los microorganismos no se utilizan como nutriente sino para estimular el crecimiento de las plantas.

Tipos de fertilizantes según su aplicación

Por otro lado, los fertilizantes también pueden clasificarse según su modo de aplicación:

  • Fertilizante radicular o al suelo: se aplica en la base de la planta de forma directa o diluida en agua. De esta forma, el nutriente para las plantas se asimila muy rápidamente al estar muy cerca de sus raíces.
  • Fertilizante foliar: se plica diluido en agua sobre las hojas de las plantas por pulverización. Las hojas también absorben rápidamente los nutrientes por lo que los resultados son visibles muy pronto.
  • Fertirrigación: abonos y fertilizantes se disuelven en el agua de riego de forma que los nutrientes se reparten por todo el terreno.

¿Qué implica un uso erróneo de la fertilización?

Algunas de las consecuencias de realizar una errónea fertilización son las siguientes:

  1. Erosión del suelo: provocado por un exceso de fertilizantes y plaguicidas. Es uno de los principales problemas a nivel global. De hecho, en España, según datos de la Asociación Española de Agricultura de Conservación, el 50% del suelo agrícola se encuentra clasificado con un riesgo medio-alto de erosión. Esto provoca pérdidas de suelo cultivable y la degradación del suelo agrícola.
  1. Salinización: el tipo y cantidad de fertilizantes que se aplican al suelo afectan a su salinidad. Además, algunos fertilizantes contienen altos niveles de sales que resultan potencialmente perjudiciales.
  1. Contaminación del agua: al utilizar fertilizantes y plaguicidas en exceso, pueden llegar a ocasionar contaminación en el agua de ríos y mares, pero también en acuíferos y pozos subterráneos.

Uso eficiente de los fertilizantes mediante bombas dosificadoras

Todos los nutrientes en nuestros alimentos provienen del suelo. Para poder crear cultivos saludables y llenos de nutrientes, los agricultores necesitan trabajar en un suelo saludable. Aunque los suelos contienen de forma natural muchos nutrientes que permiten a las plantas crecer, muchas veces los nutrientes del suelo faltan o son escasos por lo que la planta sufre deficiencia de nutrientes y no puede crecer.

Por ello, los agricultores deben agregar nutrientes a sus suelos (materia orgánica, fertilizantes químicos o plantas). De esta forma, mantienen la fertilidad del suelo y pueden seguir cultivando en esos suelos.

En esta línea, una de las formas en que los agricultores pueden generar ahorros a través de un uso eficiente de los fertilizantes es mediante la tecnología de ITC: sus bombas dosificadoras permiten un mejor aprovechamiento de los fertilizantes, la energía y el agua.

La precisión quirúrgica del sistema de fertirrigación de ITC consigue aumentar la producción con menos fertilizantes

El sistema de fertirrigación de ITC aumenta la producción con un menor consumo de fertilizantes ya que las bombas dosificadoras alcanzan una precisión quirúrgica en la dosificación.

Mediante las bombas dosificadoras de ITC se consigue reducir hasta un 20% los volúmenes de fertilizante manejados, a la vez que permite una mayor precisión volumétrica en la dosificación y rapidez y estabilidad en la obtención de lecturas de EC y pH. De esta forma, reducen los costes operativos con una inversión igual con otras tecnologías como los tradicionales Sistemas Venturi y aumentan considerablemente el beneficio neto de la explotación.

En este sentido, las bombas dosificadoras de control avanzado de ITC permiten aplicar de forma rigurosa y exacta los balances de nutrientes óptimos para el cultivo en cada momento de su desarrollo. Así, se evitan mermas que puedan derivar de carencias o desequilibrios.

Además, las bombas dosificadoras de ITC controlan los volúmenes y los caudales aportados al riego, independientemente de la densidad o viscosidad de los fertilizantes, la presión o velocidad del agua en el punto de inyección, o la altura del producto en el tanque de origen.

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