La agricultura ha evolucionado a lo largo de la historia para adaptarse a las necesidades y demandas de una sociedad cada vez más cambiante y, con ella, los métodos tradicionales como el sistema Venturi o la nueva tecnología de las bombas dosificadoras.
Desde la revolución agrícola que tuvo lugar en el Neolítico, dónde la humanidad empezó a cultivar plantas y criar animales en lugar de depender de la caza y la recolección, hasta la agricultura de precisión que utiliza la tecnología para mejorar la eficiencia y precisión de los cultivos. Hoy en día, existen muchos sistemas tecnificados con grandes ventajas frente a los métodos tradicionales y que enmarcamos en lo que llamamos agricultura 4.0.
La agricultura 4.0 evoluciona de la agricultura tecnificada y se basa en la incorporación de tecnologías digitales y conectividad para optimizar al máximo los procesos agrícolas. En esta agricultura actual, los sensores y dispositivos conectados recopilan y analizan grandes cantidades de datos en tiempo real.
Esto permite a los agricultores tomar decisiones más informadas sobre el manejo de cultivos, la gestión de recursos o la optimización de la producción. Además, se utilizan tecnologías como la inteligencia artificial, la robótica y la automatización con el objetivo de aumentar la eficiencia y reducir los costes.
Por un lado, sabemos que la agricultura 4.0 se presenta como una nueva forma de gestionar los cultivos utilizando tecnologías avanzadas para, por ejemplo, recopilar datos en tiempo real sobre las condiciones del suelo, la humedad, la temperatura y otros factores que afectan al crecimiento de las plantas, lo que permite una gestión más eficiente y precisa de los cultivos.
Por otro lado, la fertirrigación es una técnica que consiste en aplicar de forma simultánea fertilizantes y agua a través del sistema de riego para poder proporcionar los nutrientes necesarios a las plantas, de manera eficiente y en el momento oportuno. Esto facilita la reducción del consumo de agua y fertilizantes, así como la mejora de la calidad y rendimiento de los cultivos y la minimización de los costes de producción.
Por lo tanto, si combinamos fertirrigación y agricultura 4.0 obtenemos numerosas ventajas para los agricultores. No obstante, ¿qué tecnologías podemos aplicar para conseguir trabajar en esta dirección?
Si bien ambas tecnologías son totalmente válidas para la fertirrigación, actualmente podemos encontrar tecnologías más avanzadas que el sistema Venturi y que, por lo tanto, situamos en la agricultura 4.0. Un claro ejemplo de ello son las bombas dosificadoras de ITC centradas en la innovación y la calidad.
Algunas de las ventajas que presentan las bombas de dosificación de ITC son:
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