La agricultura de plantación es un sistema agrícola en el que se cultivan grandes extensiones de tierra con una sola especie de cultivo, como el café, el té, el plátano, la palma aceitera y la caña de azúcar. Este tipo de agricultura se caracteriza por el uso intensivo de mano de obra y la utilización de técnicas de producción a gran escala.
La agricultura de plantación, debido a sus características, posee ciertos beneficios. La producción a gran escala permite a los agricultores cosechar grandes cantidades de productos agrícolas. La necesidad de un mayor rendimiento del cultivo motiva los avances de la tecnología moderna y de las técnicas de gestión de la tierra.
El riego es una práctica fundamental en la agricultura de plantación que permite mantener una producción estable y de alta calidad en zonas donde el clima es árido o semiárido. La falta de agua en el suelo puede causar daños en las plantas y disminuir el rendimiento del cultivo, por lo que esta práctica resulta esencial para mantener una cosecha saludable.
En la agricultura de plantación, el riego puede realizarse de diversas maneras. En las plantaciones de palma aceitera, por ejemplo, se utilizan sistemas de riego por goteo que suministran agua directamente a la base de las plantas, mientras que, en las plantaciones de caña de azúcar, se emplean sistemas de riego por aspersión que distribuyen el agua en un área más amplia.
De igual forma, existen diferentes métodos para la fertilización y abonado del campo. Desde ITC se recomienda la fertirrigación como un método eficiente y preciso para aportar nutrientes al cultivo.
A partir de la fertirrigación, se aplica y distribuye el fertilizante a través del agua de riego, lo que ayuda a una mejor absorción de los nutrientes y, en consecuencia, a un crecimiento más eficiente y preciso de las plantas. Este método es común en la agricultura de plantación por sus múltiples beneficios.